miércoles, 3 de septiembre de 2008

El destino

Sin previo aviso,
has llegado
y no te has marchado más,
te has quedado prendida a mí,
animada por una fuerza inamible
e involuntaria.

Será algo natural,
o es algo mas bien anormal.
Quizás lo sabe solo el destino,
aquel destino egoísta que nos perjudica
ocultándonos el porvenir de nuestros amados,
obligándonos a seguir luchando
guiados únicamente por el instinto
que suele fallarnos de improviso,
haciéndonos caer en las tinieblas
y titubear en la oscuridad.

Sin embargo ese destino,
cruel e importuno,
nos alimenta día a día con las ganas de vivir
y el ánimo de superarse,
haciéndonos personas luchadoras
con objetivos y metas por cumplir.
La única diferencia entre unos y otros,
es que los destinos, para cada persona,
son tan distintos y variados,
como cada una de ellas.

No hay comentarios: