domingo, 3 de agosto de 2008

¿Será que nunca aprendimos a amar?


¿Será, Señor, que el corazón humano no sabe amar?

doctrinados con el mejor ejemplo en la historia,

bajo la tutela del maestro por excelencia,

creados por amor, perdonados por amor,

amados al extremo,

pero profunfamente incapaces de amar,

es que para nosotros cualquier sentimiento cumple con la norma,

cualquier emoción la llamamos amor,

¡cómo lo desvalorizamos!

no es súbita alegría, ni descabellado revuelo,

no es un pick en el ánimo, ni un tiro de gracia,

Señor, si llegaramos a sentir de verdad

cómo nuestras entrañas se conmueven,

cómo todo lo que somos y lo que queremos ser

se aboca en un sólo punto,

cómo depronto parece todo tan claro que no es necesario nada más,

cómo de un momento a otro sabemos lo que deseamos en la vida.


¿Dónde estuvo la falla, padre?

¿Quién se equivocó?

¿Quién olvidó poner a nuestros corazones el botón de encendido?

¿Por qué, Señor, no sabemos amar?


De los regalos que de tu mano brotan, bendícenos,

tómame como un niño en tu regazo,

acógeme como quien espera a su paciente enfermo,

escúchame y atiende mi espíritu vago,

pero por sobre todo,

¡Enséñame a amar de verdad!