viernes, 19 de octubre de 2007

Calma

Busca el silencio del alma y la quietud de espíritu para que entiendas el ruido y el desasociego de fuera.
Que tus palabras se oigan fuerte en medio de los bullicios del mundo,
que tu luz sea antorcha de caminos en la más iluminada ciudad,
que aún en medio de enormes tumultos y aglomeraciones te encuentres a ti misma,
que por más texturas que toquen tus manos nunca olvides cómo se sentía la piel de tu rostro,
por más sonrisas que aprecies nunca olvides cómo lucía la tuya.
En medio de este mundo donde tanto se ha extraviado,
¡jamás dejes que tu verdadero yo se pierda!

viernes, 12 de octubre de 2007

Inquietud sin revelar

¿qué habitará en su espíritu que le mantiene el alma agitada y la conciencia intranquila?
¿qué hecho tan tumultuoso le tiene presa que no es capaz de observar a su lado y sentir la grandeza que le ha sido revelada?
cuanto más si el dolor es parte de la vida, cuanto más si cada hecho de nuestra vida, aún dificultoso es siempre pasajero,
¿qué espíritu domina y coharta en estos momentos tan cabalmente su ser que no le permite contemplar y admirarse?
si pudiera determinar qué es aquello que tanta inquietud me provoca observar, y que me parece tan ajeno, tan forastero en este, mi mundo...
si pudiera averiguar qué siente en su corazón y salvaguardar sus verdaderos intereses,
quizá no cambiaría nada, pero por lo menos esta sensación de desconocimiento se alejaría,
tan desconocido y familiar a la vez, tan indeseable y curiosísimo a la vez,
cuantas contradicciones, cuantas disyuntivas no aclaradas...
y al fin de cuentas, al fin de toda esta historia, el único protagonista no soy yo; la única que no puede hacer nada soy yo; la única que no puede ni debe interferir soy precisamente yo;
espectadora soy pues de tanto y de tan poco, mera observadora de hechos que transcurren y sucesos que se deslizan frente a mí impalpables, inintelegibles,
sólo pasan mientras yo los observo extrañada y aunque confunden mi alma, no la perturban.
dificil y singular rol le toca al observador, mirar sin hablar, ver sin decir.
¡Deléitate del paisaje, observador! pues aunque algo del panorama no te agrade,
no es tarea tuya transformarlo, éxito en tu misión y suerte en la labor;
paciencia y quietud al ánimo cansado,
tienes el coraje y la fuerza para soportar la turbación...
confía, ¡La respuesta tarda pero llega!