martes, 11 de septiembre de 2007

¿Cómo podría yo ser distinta?

Si de mi corazón brotara de pronto, una respuesta,
algo que me diera la certeza de tener tu procedencia,
¡cuánta felicidad abundaría luego en mi conciencia!
Si para amarte y quererte fui puesta en vida, ¿qué hago apartándome de tu camino?,
si tu eres fuerza y manantial de vida,
¿quién soy yo, discípulo y aprendiz para contradecir tu grandeza?
Si cuanto me rodea está profundamente inspirado en tu amor,
¿cómo podría yo ser distinta?
Si todo, aún en su pequeñez es bello, puro y hermoso,
si la más pequeña gota de rocío que se desliza suave y tranquila sobre el pasto,
te alaba, mostrando la grandeza de tu creación,
si las rocas, de bordes irregulares, frías, duras e imprecisas
se alzan con majestuosidad en medio de tu obra,
si fornidos y grandes árboles se erigen
altos y despampanantes sobre tus montañas,
si el agua corre dejando a su paso
estela de claridad y frescura,
¿cómo?, ¿cómo, Señor, podría yo ser distinta?
¿cómo podría no agradarte a tus ojos
si fui creada con la misma dedicación,
con el mismo amor con el que diste origen
a cuanto observo maravillada?
Es increíble detenerse a observar tu creación,
¡cuánto ahínco pusiste en la labor!
¡Ojala pudiera yo alguna vez entregar tanto tesón en alguna de mis misiones,
Ojala fuera capaz de amar al mundo como tú lo haces!
Ojala pudiera descubrir con la certeza de ti,
lo que puedo ser y hacer en este mundo.
Tú, Señor, que conoces todas las respuestas, pon en mí la contestación a ésta:
¿qué debo hacer con mi vida?
¿de qué me sirven todas mis virtudes? ¿cómo contribuyen mis defectos?
Si la madera es simple y compleja madera, puesta en un rincón sostiene piedras,
cobija inmensidad, protege a parte de tu creación,
puesta allí, en medio de la tranquilidad
puede y da al mundo todo lo que se necesita de ella,
¿cómo, Señor, yo no podría satisfacer la sed de mí que padece el mundo?
¿qué necesidad debo satisfacer? ¿qué hace falta en tu plan que yo pueda concluir?
Si a las aves y animales has dado una misión, una vida y un objetivo,
¡cuánto pudiera yo hacer para sentirme conciente de lo que tú quieres para mí!
Cultiva, mi Dios, en mi interior aquello que quieres de mí, hazme parte de tu misión,
quiero ser parte de tu plan,
quiero colaborar en la instauración de tu Reino,
deseo profundamente ser instrumento de tu voluntad.

1 comentario:

Gabii Csillag dijo...

Q bello...
Y de verdad que estas muy loca^^

mmm...Q mas podria decir...bueno es q cualquiera queda sin palabras al leer eso...y lo sabes XD

Q bueno q allas cumplid tu promesa... no pensaba verlo tan pronto...x tu tiempit digo Xp

bueno cuidat
byes